¿Por qué tengo que ahorrar energía?

Uno de los problemas que me encuentro a la hora de darle valor a la eficiencia energética es que no se tienen claros los conceptos. Es difícil concienciar a alguien de la importancia de ahorrar energía cuando no sabe qué es, por ejemplo, la demanda energética o el impacto de un edificio en el medio ambiente. Por ello, voy a comenzar una serie de entradas explicando los conceptos básicos sobre la eficiencia energética que sean asequibles para cualquier persona ajena a este mundillo.

La primera pregunta que todo escéptico hace es; ¿por qué? Contestar un simple y llano “lo dice la Ley” suele ser contraproducente. Además, no resuelve para nada el problema del que hablaba antes. Vamos con las razones por las que ser eficiente:

Efecto invernadero

 

Ahorro económico

Evitar la pobreza energética asociada a viviendas de mala calidad (energética) debería ser uno de los principales motivos para exigir que nuestros edificios sean eficientes. Además, ahorrar energía es sinónimo de ahorrar dinero. Eso siempre sienta bien.

Impacto sobre el medio ambiente

No me caben. Voy al grano: los vertidos en ríos y acuíferos. El fracking. Fukushima. Los cementerios nucleares. El efecto invernadero. El calentamiento global. Las sequías. La desertización. La lluvia ácida. El CO2 y todas las sustancias nocivas de la nube de smog que mata a 6.861 personas cada año en España (OMS).

Las energías No Renovables

Cada año que pasa consumimos más energía, y en consecuencia, se van agotando las fuentes de energía fósil. Se calcula que con las reservas actuales nos quedaremos sin petróleo en 50 años y sin gas natural en menos de 53. ¿Cómo será nuestra vida cuando pasemos del Smartphone al carbón?


Abastecimiento energético

Por último, como consecuencia del incremento del consumo de energía estamos avocados a un retroceso en nuestro estilo de vida. Aunque visto así, puede que a partir de ahí aprendamos la lección y construyamos una sociedad más eficiente…